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Ver la declaración en portugues Justicia y Paz: Boletín de la Comisión
Internacional de Justicia y Paz |
La Conferencia Mundial de las Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras Formas Conexas de Intolerancia que se realizará en Sudáfrica del 31 agosto al 7 septiembre 2001 será un hito en la lucha para eliminar toda forma de racismo y una oportunidad única para promover un compromiso nuevo a nivel mundial en esta campaña al iniciar el siglo veintiuno. El Secretariado Agustiniano de Justicia y Paz invita a cada agustino y cada comunidad agustiniana local a reflexionar sobre la declaración siguiente y a contemplar la posibilidad de aunarse a esta campaña. Pedimos que envíen las declaraciones firmadas al:
Todos los formularios firmados recibidos antes del 15 de agosto serán entregados a la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas contra el Racismo el 28 de agosto, fiesta de San Agustín. Pedimos que se reproduzca esta declaración y que la difundan. Se puede firmar esta declaración en la página web de la Orden de San Agustín: www.osanet.org. Sigue la declaración: El prejuicio racista, en cuanto conciencia de la superioridad biológicamente determinada de la propia raza o grupo étnico respecto de los otros, niega la igual dignidad de todos los miembros de la familia humana y blasfema de su Creador. Solo puede ser combatido donde nace, es decir, en el corazón del ser humano. Como cristianos creemos firmemente que cada persona es creada a imagen y semejanza de Dios y que es dotada de dones únicos para el bien común. Nos mantenemos firmes en nuestra herencia agustiniana que nos anima a honrar a Dios el uno en el otro, y que promueve la unidad en la diversidad. No todos tienen las mismas necesidades; no todos tienen los mismos dones. Pero todos tenemos la misma misión: la de vivir en armonía. Proclamamos el respeto por la diversidad de culturas y creemos que la caridad debe superar los intereses y preferencias personales. Es necesario además asumir la defensa de las víctimas del racismo dondequiera que se encuentren. No es suficiente que las leyes eviten o sancionen toda clase de discriminación racial. Una comunidad debe apropiarse los valores que inspiran las leyes justas. No podemos dudar en asumir nuestro lugar en esta lucha por la dignidad de todos prefiriendo siempre los medios no violentos.
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