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Los Agustinos en las Antillas



P. Paulino Sahelices, OSA

Revisado y actualizado por Fr. José Luis Santiago, OSA y Fr. Domingo Aller, OSA.

La presencia de los agustinos en el Nuevo Mundo también se dejó sentir, y de una forma muy visible, en la evangelización de las Antillas. En los primeros siglos fue solamente de personas aisladas, obispos principalmente y algunos religiosos que les acompañaban. Pero luego, esta presencia se hizo permanente al establecer comunidades en Cuba y Puerto Rico.En cuanto a la obra de los obispos agustinos en las Antillas es digna de especial mención la realizada por el primero de ellos, Fray Diego de Salamanca, obispo de Puerto Rico desde 1576 hasta 1587. Pocas personas sobresalientes en Puerto Rico, entre obispos y gobernadores, se encontraron en una situación de escasez y pobreza semejante a la del obispo Salamanca, y pocas como él lucharon e intercedieron ante el Rey por el bienestar de la Isla. Su esfuerzo por mejorar el desarrollo de la agricultura, el incremento de las letras, la formación del clero y la fundación de nuevos pueblos, es reconocido por todos. Tanto es así que podíamos considerar al obispo Salamanca como uno de los principales forjadores del pueblo puertorriqueño y su cultura.También es digna de mención la obra que al mismo tiempo realizaban en la segunda década del siglo XVII Fray Diego de Contreras, arzobispo de Santo Domingo, y Fray Pedro Solier y Vargas, obispo de Puerto Rico. Y también la que un siglo más tarde llevaron a cabo Fray Fernando de Valdivia, obispo de Puerto Rico, y Fray Agustín Beltrán, Prefecto Apostólico de las islas vecinas: Curazao, Aruba, Bonaire, St. Thomas, etc.Esta siembra evangélico-agustiniana desde la sede episcopal fue continuada y aumentada considerablemente por el último de los obispos agustinos en las Antillas, Mons. Guillermo A. Jones, obispo de Puerto Rico desde 1907 a 1921. El obispo Jones, aunque había nacido en Cambridge y estudiado en el Colegio Agustiniano de Villanova, había sido enviado a La Habana, Cuba, en 1899. Y allí estaba haciendo una buena labor, cuando en septiembre de 1906 es elegido por el Papa Pío X para obispo de Puerto Rico. Como el P. Jones tenía mucha prisa por llegar a su nuevo destino, quiso adelantar los hechos. Recibió la consagración episcopal en la Iglesia del Cristo de La Habana el día 24 de febrero de 1907. Y el día 6 de marzo del mismo año llegaba a Puerto Rico; comenzando ese mismo día su no muy larga, pero sí fecundísima labor episcopal en la Isla. Ayudado por los Frailes Agustinos de la Vicaría, fue una verdadera evangelización de la Isla a estilo agustiniano la que se llevó a cabo: una agustinización que comprendía no sólo lo espiritual, sino también lo social y lo humano. La labor del obispo Jones en Puerto Rico fue la de un auténtico pastor y la de un santo.

Vicaría de las AntillasLa fundación de esta Vicaría está unida a la restauración de la Provincia de Castilla. Efectivamente, una de las promesas que los Frailes restauradores hicieron al Gobierno de España para conseguir la restauración fue la de enviar misioneros a Puerto Rico y a Cuba, que todavía seguían siendo colonias de España. El plan dio resultado. Y en el año 1881, después de superar grandes dificultades, el sueño de la restauración quedaba convertido en realidad.Una vez restaurada la Provincia, comienzan a sobresalir en ella las notas que durante siglos la habían distinguido y adornado; entre otras, la observancia, el estudio y el espíritu misionero. Con nada más contaba la recién restaurada Provincia en sus comienzos. Pero estas notas fueron suficientes para que su acreditación fuera reconocida y su ayuda y generosidad muy pronto solicitadas. A los pocos años de ser restaurada, reanuda el envío de religiosos a América: en 1892 salen los primeros para el Ecuador. Unos años más tarde llegaron a Puerto Rico. Después tocó el turno al Brasil, Estados Unidos y la República Dominicana.Actualmente, la Vicaría de las Antillas comprende la isla de Puerto Rico y la República Dominicana. Y es a estos dos países a los que se va a reducir esta breve historia.

Fundación en Puerto RicoTodavía estaban los Frailes de la Provincia en espera de los primeros frutos de la restauración, cuando comienzan a llegar las solicitudes para una fundación en las Antillas. Las islas que estaban en la mente de los Superiores eran Cuba, la Española y Puerto Rico. Cuba ocupaba la preferencia. Sin embargo, después de varias gestiones, contactos y consideraciones, la Provincia se decide por Puerto Rico. A ello contribuyó sin duda alguna el que el obispo de Puerto Rico lo era el agustino recoleto Fray Toribio Minguella, un amigo del P. José V. de Alústiza, quien al parecer, hizo las primeras gestiones para la fundación.Los religiosos escogidos para esta primera fundación fueron Fray José V. de Alústiza, Fr. Antonio Echevarría, Fr. Jaime Ferrer y el Hermano Fr. Esteban Melchor. Los cuatro se embarcan en el mes de marzo de 1896, y llegan a San Juan de Puerto Rico el día 10 de abril del mismo año.Ya en Puerto Rico, el P. Alústiza se pone en comunicación con el Sr. Obispo para solicitar la Casa de San Germán, que antes habían ocupado los PP. Redentoristas. El Sr. Obispo le contesta aprobando dicha solicitud y comprometiéndose a hacer lo posible para que la estancia de los Frailes no se viera afectada por la pobreza, como lo había sido anteriormente la de los Redentoristas y Franciscanos que les había obligado a dejar San Germán. Con todos los documentos en orden, los tres Padres y el Hermano se dirigen a San Germán, llegando y estableciéndose en dicha ciudad el 15 de abril del año arriba señalado.Es necesario notar que la intención de los Frailes no era el hacerse cargo de la parroquia, sino de misionar; establecer una residencia o centro desde donde pudieran misionar en San Germán y en los pueblos vecinos. Este propósito no se pudo hacer realidad en su totalidad por las razones que a continuación iremos exponiendo.

Otros datos para completar el cuadroSatisfechos y contentos estaban trabajando los Frailes cuando comienzan a surgir las primeras dificultades que les obligarán a dejar Puerto Rico. Estas dificultades fueron las ocasionadas con motivo de la guerra hispanoamericana en el año 1898. Al parecer, en aquellos años se conspiraba mucho contra España. Y los Frailes, temiendo por su vida, decidieron regresar a España. El P. Salteraín resume así la labor de esta primera estancia en San Germán: "Durante el poco tiempo que estuvieron rigiendo los destinos de la Parroquia de San Germán nuestros Padres trabajaron como buenos obreros en la Viña del Señor siendo muy apreciados por los buenos católicos sangermeños que sintieron mucho su ausencia".El regreso a San Germán tuvo lugar en el año 1901. Y es de nuevo el P. Alústiza, quien aprueba tal regreso, pues era el Provincial. Ese mismo año, en el Capítulo Intermedio se aprobó regresar a Puerto Rico y fueron escogidos los Padres Felipe Villahoz y Pedro de Arancibia. En los años sucesivos se fueron sumando más religiosos llegando hoy día a pasar de 100 los agustinos que desde la primera fundación han trabajado en Puerto Rico. En 1904 eran 4; en 1905 eran 6 padres y 1 hermano; en 1925 eran 12 padres y 1 hermano; el mismo número más o menos continuó durante las décadas del treinta y el cuarenta; en 1950 eran 16 padres; en 1958 eran 13; en 1962 eran 20; en 1970 eran 29 padres y 1 hermano; actualmente hay 27 religiosos clérigos (de ellos 4 puertorriqueños), 2 hermanos de votos solemnes (puertorriqueños) y unos 12 formandos (dos profesos temporales, tres novicios y siete aspirantes).Este aumento progresivo de religiosos por parte de la Provincia y la escasez de vocaciones por parte de la Isla obligó a los Frailes a ir poco a poco haciéndose cargo de un número considerable de parroquias, algunas de las cuales se han dejado después, debido a la multiplicación de trabajo, ya que la población de Puerto Rico ha venido creciendo rápidamente.

Fundación en la República DominicanaData del año 1954. Y se debió al número cada vez más elevado de vocaciones que en esa década iba surgiendo para la Provincia de Castilla. Se hacía necesario buscar nuevos campos de trabajo. Debido quizá a la proximidad y también a la ayuda que los Frailes de Puerto Rico podían prestar, se escogió la República Dominicana. La Vega fue la ciudad agraciada.Tampoco en este país faltaron las dificultades, sobre todo en 1960 cuando toda la comunidad se vio obligada a dejar el país por órdenes del dictador Trujillo. La expulsión no duró mucho tiempo y los Frailes volvieron de nuevo a La Vega. Unos años más tarde, en 1967, consiguieron establecerse en Santo Domingo, la capital. El personal y el trabajo han ido aumentando. En el año 1954 eran dos Frailes; en 1969 eran 10. Hoy son 8 religiosos clérigos que continúan laborando en este país.

Campos de actividadEn la actualidad se reducen a los siguientes:Parroquias: La Vicaría tiene actualmente 10 parroquias, 6 en Puerto Rico y 4 en la República Dominicana. La mayor parte de estas parroquias comprenden gran extensión rural, teniendo en cada centro de población importante una iglesia o capilla. Estas son tantas que se pueden considerar como un verdadero semillero, pues mientras las iglesias parroquiales son 10, las capillas diseminadas por el campo pasan de 50.Colegios: La Vicaría tiene 2 en Puerto Rico y 1 en la República Dominicana. Además, los agustinos tuvieron parte activa en la construcción y actividades del de San Germán y más todavía en el Cabo Rojo que han pasado a ser parroquiales o diocesanos.Seminarios: Hay 2, uno en Puerto Rico y otro en la República Dominicana.Otros campos: Además de los señalados anteriormente, los Frailes tienen a su cargo también la capellanía del Hospital Regional de Bayamón, un dispensario médico en Santo Domingo, dos agustinos son profesores de la Universidad Católica de Ponce y Mayaguez, otro en el C.E.D.O.C. (Centro de Estudios Dominico del Caribe) de Bayamón y otros ayudan de diversos modos a las diócesis.Situación de las parroquias cuando los Frailes

se hicieron cargo de ellasLo primero que hay que tener en cuenta para poder comprender la labor de los Agustinos en Puerto Rico y la República Dominicana es la situación en que se encontraban las parroquias o lugares de trabajo. Esta situación estaba marcada por distintos elementos, entre los cuales podíamos destacar los siguientes:El clima, sobre todo en Puerto Rico, es calificado por los primeros Frailes de "caluroso", "mortífero", etc.La extensión de las parroquias. Acostumbrados a las parroquias de España, las califican, y con razón, de "extensísimas", viviendo, además, la mayor parte de los fieles diseminados por el campo.La pobreza. Puerto Rico hasta la década del 50 era un país pobre. Y la Provincia de Castilla también. Teniendo en cuenta el territorio atendido por los Frailes, la escasez de personal y la escasez material, fue una de las necesidades más sobresalientes en esos años. Esta nota sigue predominando en la República Dominicana.El protestantismo. Cuando Puerto Rico pasó a ser parte del dominio de los Estados Unidos, la influencia protestante ha sido continua e intensa. En la República Dominicana, aunque menos, se va también notando.La masonería. Era otro de los obstáculos con que tropezaba la labor de los Frailes, sobre todo en Puerto Rico, y en la zona oeste del país, en la que se encontraban las primeras parroquias.El espiritismo. El calificativo que usaban los Frailes al hablar de él en Puerto Rico es de "plaga horrible" extendida por todo el país.La indiferencia religiosa. Este es otro elemento que ya venía sintiéndose desde hacía tiempo. En Puerto Rico, debido a la invasión americana, la proliferación de sectas protestantes y la prohibición de la enseñanza religiosa en la escuela ya desde el principio, la indiferencia religiosa ha crecido considerablemente. En la República Dominicana se está acentuando al paso que los medios de comunicación van aumentando.

El apostoladoAnte este panorama tan "alentador", ¿cuál ha venido siendo la actividad más sobresaliente de los agustinos en la Vicaría? La instrucción religiosa por una parte y la formación cultural y social por otra. Como los males u obstáculos más sobresalientes han venido siendo la ignorancia y la pobreza, esos dos han sido también los que más han tratado de combatir los Frailes.

Medios de apostoladoPodíamos decir que han usado o se han servido de todos los que han estado a su alcance. Entre otros podíamos señalar:La predicación: En este apartado los nombres y las actividades que podíamos mencionar son muchos. Y, el primero de todos, el del P. Juan de Gorostiza, pues ha sido uno de los mejores predicadores que han pasado por Puerto Rico. De él escribía el P. Pedro: "Nombrado misionero diocesano por los Obispos de San Juan y Ponce, recorría ya con uno ya con otro, todos los pueblos de la Isla en las Visitas Pastorales. Y los párrocos deseaban y pedían que el P. Gorostiza acompañara al obispo, porque, si surgían dificultades o se presentaba algún conflicto, sabían que el P. Gorostiza tenía habilidad y gracia para arreglarlo todo en seguida". Otros Frailes que también sobresalieron en la predicación, fueron: Pedro de Arancibia, Justino Blanco, Felipe Villahoz, Jesús Fernández, Pedro Alvarez, etc., etc. El último más conocido y que ha seguido más de cerca los pasos del P. Gorostiza, predicando muchas veces en la Catedral y en distintos pueblos de la Isla, fue el P. Maximino Alvarez.La catequesis: En todas las parroquias se encuentra abundante información sobre este medio tradicional y práctico. En el Boletín diocesano aparecen continuamente noticias referentes a esta labor apostólica, sobresaliendo de un modo especial la parroquia de Aguada. En un informe del año 1940 se dice que los catequistas eran 16 en el pueblo y 87 en los campos; y los niños eran 170 en el pueblo y 1443 en los campos.Las misiones: Ya hemos indicado que la mayoría de la población, sobre todo en las parroquias de Puerto Rico, se hallaba diseminada por el campo, y era hacia esa población que generalmente iban dirigidas las misiones. La misión era para todos: niños y niñas, jóvenes, adultos... en distintos momentos para cada uno. Duraba varios días y se daba en la capilla, donde había, y, si no, en la casa de algún vecino. Se clausuraba con la celebración solemne de la Eucaristía. En cuanto al fruto, salvo algunas excepciones, generalmente era abundante. El trabajo de los frailes era también en muchas ocasiones agotador.Los triduos y novenarios: Eran oportunidades que se aprovechaban para la instrucción religiosa, ya que a ellas asistía mucha gente.La prensa: En la instrucción religiosa, los frailes no solamente se servían de la palabra hablada, sino también de la escrita. En este campo ha habido religiosos sobresalientes, como el P. Benito Sánchez, el P. Torner, el P. Angel Cámara, el P. Villahoz, y, como distribuidor de propaganda, el Hermano Fray Agustín Sánchez. Los mismos frailes de S. Germán llegaron a comprar una imprenta y a publicar durante varios años una revista titulada "El Bien Social". Tanta era la importancia que daban a la instrucción escrita. Esa tradición literaria no se ha perdido, y el P. Paulino Sahelices ha publicado varios libros y folletos para instrucción de la gente y para dar a conocer el pensamiento y la espiritualidad agustinianos; y varias veces ha colaborado en el periódico de la iglesia puertorriqueña. El P. Félix Moratiel ha publicado un libro popular sobre la Biblia y otro de sabiduría también popular. El P. Domingo Aller siempre ha estado colaborando con el mismo periódico católico "El Visitante" y con el boletín de la COR de Puerto Rico.Otros medios de comunicación: Además de la prensa escrita, los frailes atendieron también al uso de la radio. Aquí sobresalió de un modo especial el P. Carlos Gutiérrez, quien semana tras semana impartía instrucción religiosa a los fieles de Aguada y sus alrededores. Y en años más recientes el P. Urbano Sáenz fue el productor de un programa religioso televisivo de la diócesis de Mayagüez de PR durante algunos años.Las visitas a los hogares: Es interesante notar que en el "Reglamento de Misiones", confeccionado por los mismos frailes, había un número que decía: "Sería bueno que en el transcurso del año el párroco visitase a todos los feligreses, con la sola excepción de aquellos cuya visita hubiese de ser motivo de murmuración o escándalo, debiendo ser los primeros en recibir dichas visitas los pobres, enfermos y atribulados; pero dado el gran número de habitantes de estas parroquias, bastará en la mayoría de los casos, saludarles con cariño y cambiar con ellos algunas palabras por sus barrios".La música: Es otro de los elementos muy usado por los frailes, sobre todo en la parroquia de S. Germán, que siempre ha tenido fama por sus celebraciones litúrgicas solemnes. Ser organista de S. Germán era, en principio, un cargo importante, y lo ocuparon frailes sobresalientes en música, como el P. Gorostiza, quien compuso numerosas piezas religiosas y profanas, el P. Larrínaga, el P. Juan de Arana, el P. José María Castellanos, etc. También se distinguían los frailes por la formación de coros en las parroquias de San Germán, Cabo Rojo y Santurce, sobre todo.Las romerías y verbenas: Eran celebraciones en que el pueblo entero tomaba parte. El P. Felipe Villahoz era famoso por las romerías y peregrinaciones en masa que organizaba. Y en cuanto a las verbenas, en todas las parroquias han sido bien conocidas.Las representaciones teatrales: Sobre todo en los tiempos de Navidad y Semana Santa. El P. Torner era conocido por la representación que organizaba en Cabo Rojo con motivo de la Navidad. Y la representación de la Pasión de la Parroquia S. Agustín de Lomas Verdes, que recorre en procesión todas las calles de la urbanización, es bien conocida en toda la Isla.Organización parroquial: En líneas generales todas nuestras parroquias están bien organizadas y atendidas. En algunas de ellas existe una perfecta planificación pastoral; en la que los laicos toman parte muy activa y directiva. La pastoral juvenil y vocacional está también muy bien cuidada y atendida en algunas parroquias, lo mismo que las comunidades eclesiales de base y otro tipo de comunidades cristianas, como las neocatecumenales. En todas las parroquias ha habido siempre y hay campo para toda clase de personas que deseen trabajar. Se dan también cursillos, días de retiro y de reflexión, etc. El Consejo Parroquial de Pastoral está establecido en todas las parroquias, organizando y coordinando todas las actividades, y como ocurre siempre y en todo, en unas con más y en otras con menos éxito.La construcción de iglesias y capillas: Ha sido también otro motivo de trabajo, unión y cooperación entre los frailes y los fieles. Y, dado que la mayor parte de la población sigue viviendo todavía en los campos, estas capillas son verdaderos centros de unión, ayuda y celebración.La construcción de colegios: Han sido seis los colegios en que los agustinos han tenido intervención directa, aunque en la actualidad solamente tres pertenezcan y sean propiedad de la Vicaría: La Academia Sta. Mónica en Santurce y el Colegio S. Agustín en Lomas Verdes, Bayamón, en Puerto Rico, y el Colegio Agustiniano de La Vega en República Dominicana. Todos ellos son reconocidos y apreciados por su excelente preparación académica que imparten a los miles de alumnos que pasan por ellos.

Economía, vida comunitaria, vocacionesEconomía. Ya hemos hecho mención de la pobreza en que se encontraba Puerto Rico y la Provincia de Castilla hasta la década del 50, y que en la República Dominicana continúa todavía. Las parroquias de la capital, Santo Domingo, siguen necesitando ayuda.En cuanto a la pobreza se refiere, hay materia y ejemplos para llenar un libro; parroquias que no daban lo suficiente para mantener un Padre y en las que había dos; frailes que prácticamente tuvieron que pedir limosna; a algunos, los familiares les ayudaban desde España, etc. En la visita que el Prior General, P. Eustasio Esteban, hizo a la Vicaría en el año 1928, la situación de pobreza era tal que llega a recomendar la reducción de personal en Puerto Rico.Desde la década del 50, la recuperación ha sido visible. Hoy, la situación podíamos calificarla de holgada, aunque los dos seminarios acaparan gran parte de nuestros recursos y preocupaciones.Vida comunitaria. Dadas las circunstancias en que los frailes tuvieron que vivir en las primeras décadas, prácticamente ni siquiera era posible hablar de vida comunitaria, excepto en la casa madre, San Germán. Las demás parroquias se habían cogido porque no había quien las atendiera, y como eran tan pobres no podían vivir en ellas más de un religioso o en ocasiones dos. Después, a la vez que los religiosos iban aumentando, iba mejorando la vida comunitaria. Hoy, en las 9 comunidades de la Vicaría, hay un mínimo de tres religiosos en cada una de ellas. Y, exceptuando los ordinarios que surgen en toda comunidad, no hay problemas mayores.Vocaciones. Debido a la pobreza que hemos venido señalando, a la Vicaría se le hacía imposible costear un seminario o correr con los gastos de formación de los candidatos. De ahí que, las vocaciones que surgían se encaminaban hacia el seminario diocesano.Una vez que la situación fue cambiando, es decir, que la Provincia y Puerto Rico fueron mejorando en su economía, también fueron cambiando los planes con relación a las vo caciones. Así, a finales de la década del 40 se comienza a hacer promoción a favor de la Orden. Como fruto de ella ingresaron varios candidatos en las casas de formación de España, terminando dos clérigos y un hermano.La promoción ha seguido adelante intensificándose en los últimos años. Y como consecuencia de ello, el día 20 de noviembre de 1977 era inaugurado en Puerto Rico el Primer Seminario Agustiniano, asistiendo a la Celebración el Rvmo. Prior General, Theodore V. Tack y siendo Vicario Regional el P. Domingo Aller, el día 28 de octubre de 1984 se inauguraba oficialmente el Seminario Agustiniano en la República Dominicana.Situación actual y porvenirContemplando el cuadro, con sus luces y sus sombras, dibujado por los frailes agustinos en Puerto Rico y República Dominicana, nos podíamos hacer la pregunta: ¿Tienen porvenir los agustinos en las Antillas? Y si lo tienen, ¿en qué dirección se vislumbra?A la primera pregunta es fácil responder. El espíritu de San Agustín es hoy día tan válido y actual como lo ha sido siempre. Naturalmente, los que mejor pueden darlo a conocer somos nosotros, los agustinos. Y si la pregunta nos la hiciéramos como extranjeros que somos la mayoría de los que estamos en la Vicaría, la respuesta no cambiaría. En último término, cambiaría el personal, no el espíritu ni el deseo de la gente. Y hacia ese cambio es a donde se dirigen la mayor parte de nuestros esfuerzos hoy día, al señalar las vocaciones como una de las prioridades de la Vicaría.Y ¿en qué dirección se vislumbra ese porvenir? Creemos responder fielmente a esta pregunta diciendo que inquietud y deseos de cambiar un poco la dirección tradicional no faltan; de hecho, algo se ha cambiado. No obstante, debido a la extensión de nuestros campos de trabajo y a la escasez de personal, por ahora es poco menos que imposible. De ahí que, por de pronto no se vislumbre cambio significativo alguno de dirección hacia otros campos ni hacia otros medios o formas dentro de las que ya tenemos. La tendencia es más bien hacia la planificación y unificación con el fin de multiplicar fuerzas sin necesidad de reducir compromisos. Cuando la campaña a favor de las vocaciones comience a dar frutos y el personal aumente, entonces será tiempo de pensar en cambios y en nuevas direcciones.

Situación vocacional en los momentos actuales

(agosto de 1992)Tenemos dos seminarios, como queda ya dicho, uno en Sto. Domingo, R.D. y otro en Bayamón, P.R. Este último cumple estos mismos meses los quince (15) años de su fundación e inauguración. Si reducimos simplemente a números los frutos completos logrados hasta ahora en este seminario, tendríamos que admitir que son muy pobres: solamente tres (3) han hecho toda su formación inicial en él y hoy están rindiendo su trabajo en los distintos campos de trabajo de la Vicaría; y los tres son puertorriqueños. Pero en este campo de la actividad humana y de la vida religiosa no podemos de ningún modo reducirlo todo a números, pues las personas son las que realmente cuentan.En este momento en ese mismo seminario Sto. Tomás de Villanueva de Bayamón, PR, hay dos (2) profesos de votos temporales estudiando teología, uno de ellos terminando ya los estudios; hay también cuatro (4) prenovicios y un postulante, todos ellos puertorriqueños, estudiantes de Filosofía.En el Seminario Agustiniano de Sto. Domingo, R.D., hay seis novicios: tres brasileños, dos dominicanos y uno puertorriqueño; hay también un prenovicio y dos postulantes dominicanos, estudiantes de Filosofía.Las expectativas no son para echar las campanas al vuelo, ciertamente, pero tampoco para dar lugar al desaliento. Esperamos un aumento significativo de vocaciones, a un ritmo lento de crecimiento, pero firme y constante.

Parroquias de Puerto Rico1. San Germán: Parroquia San Germán de Auxerre

(1896-1991)

Parroquia Ntra. Sra. del Rosario (1904-1988)

Capellanía del Hospital.

Parroquia Santa Rosa de Lima (1967)

2. Lajas: Parroquia y Colegio (1901-1935)

3. Cabo Rojo: Parroquia San Miguel Arcángel y dirección espiritual del Colegio San Agustín (1905-1988)

4. Maricao: Parroquia (1908-1926)

5. Las Marías: Parroquia (1908-1926)

6. Aguadilla: Parroquia (1912-1940)

7. Moca: Parroquia (1912-1935)

8. Santurce: Parroquia Ntra. Señora de la Monserrate (1919).

Academia Santa Mónica (1946)

9. Aguada: Parroquia San Francisco de Asís (1919)

10. Hormigueros: Parroquia (1927-1931)

11. Toa Alta: Parroquia (1931-1937)

12. Toa Baja: Parroquia (1931-1937)

13. Dorado: Parroquia (1931-1937)

14. Bayamón: Parroquia San Agustín y Colegio San Agustín (1964)

Parroquia Santa Rita de Casia (1967)

Parroquia Ntra. Señora de la Monserrate (1985)

Seminario Santo Tomás de Villanueva (1977)

Parroquias de la República Dominicana1.La Vega: Parroquia San Agustín (1954)

Colegio Agustiniano (1956)

2.Santo Domingo: Parroquia Santa Mónica (1967)

Parroquia Santa María Reina (1967)

Seminario Agustiniano (1984)

Dispensario Médico (ca. 1977)

Parroquia San Agustín (1987)

3.Boca Chica: Parroquia San Rafael (1955-60)Las subrayadas son las que actualmente conservamos.Nota:

En relación a la actividad misionera agustiniana en las Antillas sólo hemos hablado de Puerto Rico y la República Dominicana. Sabemos que también se extendió a Cuba y a otras islas. Sin embargo, debido a que nuestra información no es completa, hemos creído conveniente dejar este apartado para una próxima ocasión.

También hacemos mención de la labor que los frailes Agustinos Recoletos han venido desarrollando en la República Dominicana y la labor que han realizado las Agustinas Misioneras en Puerto Rico.

BibliografíaCUESTA MENDOZA, Antonio. Historia Eclesiástica de Puerto Rico.COTO, José María. 1969. Memoria Ilustrada.GARCIA, Juan. 1930. Respuestas a las preguntas enviadas a cada religioso de la Vicaría.VELA, Santiago. Ensayo de una Biblioteca Iberoamericana de la Orden de San Agustín.

RevistasAmor Pondus, Número especial con motivo de las Bodas de Diamante de la restauración de la Provincia de Castilla. 1958.Archivo Provincial y Archivo Vicarial.Boletín diocesano de Puerto Rico y Boletín de la Diócesis de Ponce.Distintos catálogos de la Provincia de Castilla desde 1893.El Bien Social. Revista de los Padres Agustinos de San Germán.Entrevistas y conversaciones con algunos frailes.Informe del P. Saltaraín 1930.