Proyecto Hipona: 1. Crónica del Encuentro 3. Galería de Fotos del Encuentro 4. Discurso de Apertura del Encuentro 6. Historia del Proyecto Hipona, sus paso desde la primera reunión en Conocoto 7. Homilía de Clausura del Encuentro XIV Asamblea de OALA Acta de la XIV Asamblea de OALA, Lima, febrero 1999 Anexo I del Acta Anexo II del
Acta Anexo III, IV,
V del Acta Discurso Inaugural del Prior General Ponencia: 30 años de OALA: Una perspectiva de los Logros y Desafíos (Jesús Guzmán, OSA) Perspectivas del
Presente y Futuro de OALA Misa de Clausura
Documentos de la Directiva de OALA en
preparación para Evaluación del Cuatrienio: Propuestas presentados al Capítulo General de 1995 por la XIII Asamblea de OALA Pastoral Urbana, Rural y Misionera Anteproyecto para el Cuatrienio de 1999-2003: Propuestas para el próximo Capítulo General Propuestas para cambios en los estatutos Acta de la Reunión de la Directiva 30 de nov. al 4 de diciembre |
Documento Espíritu Nuevo PROYECTO DE VIDA DE LA ORDEN AGUSTINIANA MODELO IDEAL DE PASTORAL MISIONERA INTRODUCCIÓN La comunidad misionera está enviada para buscar, vivir, comunicar, anunciar y hacer presente el Reino de Dios, estableciendo o fortaleciendo la Iglesia particular en el área asumida para su labor misionera. La comunidad misionera, está llamada a buscar caminos de inculturación del evangelio y de su propia vida religiosa, de valorización de lo bueno en la nueva cultura, de promoción vocacional, de una pastoral que responde a las necesidades del pueblo donde ha sido enviado y que sea coherente con las grandes líneas marcas por Medellín (liberación integral), Puebla (opción preferencial por los pobres y una Iglesia de comunión y participación) y Santo Domingo (la inculturación del evangelio y la evangelización de la Cultura con la promoción humana). A. IDEA FUERZA Nuestros primeros misioneros en México y los beatos mártires de Japón pueden servir como inspiración para la tarea misionera de los agustinos hoy. Aquí nos referimos a la labor pastoral en zonas marginadas, donde había poca presencia de la vida religiosa o el sacerdocio diocesano antes de nuestra llegada. En la mayoría de los casos territorios nos han sido entregados por la Santa Sede para establecer o fortalecer la Iglesia particular. Según las Constituciones (n. 185) todas las provincias (o circunscripciones) han de tener o colaborar en las misiones como se entiende aquí. Los beatos mártires de Japón nos sirven de inspiración por varios motivos:
B. CONFIGURACIÓN La comunidad misionera quiere ser presencia del Reino de Dios en las culturas. La comunidad misionera tiene conciencia de que el Espíritu Santo está presente en cualquier cultura y por eso siempre busca señales de la presencia del Reino en medio de ellas. Su primera postura es de escuchar, antes de enseñar. La comunidad misionera promueve la incorporación de los laicos en la labor de la evangelización. Como nos indica Santo Domingo, los laicos son los protagonistas de la nueva evangelización, por eso la comunidad misionera agustiniana no promueva el papel de los laicos por la falta de religiosos, sino por su propia vocación bautismal y su obligación de proclamar y construir en la historia el Reino del Señor. La comunidad misionera tiene conciencia de la riqueza presente en las culturas de grupos o pueblos considerados sociológicamente pobres. Por eso, quiere buscar, compartir y anunciar la Buena Noticia del Reino presente en los valores de cada cultura, iluminándolos desde el Evangelio de Jesucristo. Estando al lado de los marginados, excluidos y olvidados, la comunidad misionera quiere proclamar el evangelio de la vida, contra todas estructuras de pecado y de violencia institucionalizada, que son frutos de lo que Juan Pablo II llama "la cultura de la muerte." Como tal, denuncia todo lo que va en contra de la dignidad humana y actúa en defensa de los derechos de los pobres, siendo la voz de los sin voz. La comunidad misionera está comprometida en llevar una vida sencilla para mostrar su solidaridad con los más pobres y ser signo de contradicción en medio de la cultura pos-moderna que calcula el valor de la persona por cuanto que tiene y no por su propia ser. Como nos hace recordar nuestras Constituciones: "La Iglesia y la humanidad exigen de nosotros un testimonio de pobreza tanto individual como colectivo. Por lo mismo, los Hermanos, las Casas y las Provincias eviten toda apariencia de lucro inmoderado. Promuevan actividades principalmente entre los pobres; a saber, en las misiones lejanas, en las parroquias modestas y en las obras sociales, de modo que reconozcamos, entre los necesitados, a Cristo pobre y nos afanemos en servirle" (n.72). La comunidad misionera tiene su fuerza en la presencia del Espíritu, y una actitud de continua conversión y en la convicción que sola una comunidad que se deja ser evangelizada puede ser a la vez evangelizadora. La comunidad misionera está convencida que el testimonio de su propia vida es una parte integral de sus esfuerzos evangelizadores, por eso promueva estructuras de diálogo, solidaridad y compartir de responsabilidades dentro de la comunidad, tanto dentro como fuera. C. ROLES La comunidad misionera agustiniana anuncia la Buena Nueva con su testimonio de vida comunitaria. Por lo cual su labor misionera parte de la comunidad, es planificado en la comunidad, y trabajan con una sola alma y un solo corazón Hay postura de diálogo continua en diferentes niveles:
Hay postura de conversión perpetua, convencidos que todos somos peregrinos y que todos necesitamos ser evangelizados. Por lo cual, la comunidad pone énfasis en las estructuras que promueva la reflexión y la contemplación para que pueda:
D. FIN El fin y justificación última es que la vida religiosa agustiniana se encarna en la realidad del país y cultura donde la comunidad misionera trabaja para ser signo y fuerza en la construcción del Reino de Dios. Este fin se ve encarnado concretamente en las grandes opciones del Episcopado Latinoamericano: la inculturación del evangelio, la promoción humana y opción preferencial por los pobres y excluidos, y una eclesiología de comunión y participación entre todos. Por eso el fin último se manifiesta en la medida que: i) la comunidad agustiniana misionera sea símbolo de unidad dentro de la diversidad de culturas presentes en el territorio de misión; ii) los laicos del lugar asumen papeles de importancia en la dirección de los apostolados manifestando que la Iglesia particular está solidificándose sobre ellos, los protagonistas de la nueva evangelización; iii) los pobres y excluidos sean los destinatarios privilegiados de nuestra acción. Toda acción pastoral tiene que dirigirse hacia este fin último. E. OBJETIVO ULTIMO Establecer o fortalecer la Iglesia particular enriquecido con la presencia de agustinos, entre otros religiosos y sacerdotes diocesanos, que pueda asumir su lugar como Iglesia particular "adulta". F. INDICACIONES PARA LA COMUNIDAD LOCAL
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