Reunión de Formadores
de América Latina
Documentos de los Encuentros
de Formadores en América Latina
DOCUMENTO DE LIMA-77
-Encuentro de Formadores, 7-12 de Febrero de 1977-
SUGERENCIAS
La reunión del primer Encuentro Vocacional comenzó
el día 7 de febrero y el encargado de la bienvenida e
inauguración fue el Superior del Colegio San Agustín
de Lima (lugar del encuentro), quien enfocó sobre todo
la importancia del problema en nuestro tiempo de crisis y de
esperanzas por un cierto renacer de las vocaciones en diversas
naciones.
Asistieron 23 personas que representaban a 6 países,
en el siguiente orden:
PERÚ
-Agustín Alcalá, misionero en Iquitos.
-Eugenio Alonso, Promotor de Vocaciones y asesor de dicha área,
a nivel de OALA.
-David Araujo, párroco de Guadalulpe.
-Héctor Boggio, Delegado vocacional en Chiclayo.
-Manuel Cano, profesor del Colegio Santa Rosa de Chosica.
-Mauel Cid, maestro de novicios en Lima
-Juan Dawling, superior regional de Chulucanas, Morropón.
-María Angélica Jiménez, integrante del
equipo de formación, Morropón.
-Ceferino Flores, integrante del equipo de formación,
Lima.
-Senén González, presidente de la Comisión
de formadores.
-Mercedes Lara, del equipo de fomacion, Lima
-Alfonso Martínez, Vicario cooperador de San Pedo de
Lloc.
-Domingo Raponi, Promotor Vocacional de Chuquibambilla.
-Angel Ruíz, maestro de aspirantes en Chosica.
-Soledad Ruíz, presidenta de la comisión de formación.
-Félix Valbuena, párroco de Pueblo Nuevo.
MEXICO:
-José Guadalupe Ayala, director del colegio vocacional.
-Carlos Murillo, Promotor Vocacional de Michoacán, Guadalajara.
CHILE:
- Fernando Valenzuela, vicemaestro de Novicios en Santiago.
- Osvaldo Walker, profesor en Santiago.
ECUADOR.
-Luis Moya, promotor Vocacional, en Quito.
ARGENTINA:
-Remigio Paramio, viceprovincial, Buenos Aires.
COLOMBIA:
-Julián Prieto, maestro de novicios, en Bojacá..
El trabajo se organizó en conformidad con el programa
elaborado y que se dio a conocer oportunamente en el anterior
boletín; los grupos de trabajo fueron dos, bajo la coordinación
general de Eugenio Alonso, asesor de OALA en el área
de vocaciones.
El plan de trabajo de esta semana vocacional se llevó
a cabo, si~ dentro del plan de hermandad
y vivencia agustiniana, partiendo de la oración, el trabajo
y la recreación comunitaria que mamaron un ambiente tan
vivencial que a muchos hizo recordar el pasaje de San Pedro
en el Tabor, cuando decían que "fue una experiencia
nueva de lo que es ser Agustino, y no lo que se está
acostumbrado a vivir en la propia nación".
El método de trabajo intentado era "partir de las
experiencias para que con la iluminación crítica
de los conferenciantes y el diálogo en grupos, se intenta
buscar diversos proyectos vocacionales, según las circunstancias
de realidades nacionales y eclesiales. No pudimos completarlo
y se detectaba la preocupación por aclarar, resolver
y dar solución definitiva a la amplia problemática
vocacional" (Introducción, Encuentro Vocacional
OALA, Lima, Febrero, 1977).*
Los primeros días en la mañana, se tuvieron charlas
de tres conferenciantes: P. Hugo Cubert,O.P.:
"Arcas preferenciales en la pastoral vocacional".
P. José Luis: "Antropología, Celibato y Comunidad".
P. Reinaldo Rodríguez: 'E1 Carisma Religioso en Latinoamérica".
Por la tarde, en grupos, se analizó y discutió
tanto lo escuchado de los conferenciantes, como el estudio de
un proyecto sobre cómo trabajar en las vocaciones,
Al final de cada jornada había una reunión general
en la que se compartía el trabajo de los dos grupos de
trabajo, tratando de resumir diariamente el avance obtenido.
El tiempo resultó corto para una problemática
tan grande. "Pero en el fondo de estos días latía
algo muy importante: se revelaba la necesidad de vivir el carisma
agustiniano. Mejor que carisma, mística agustiniana que
tiene sentido más dinámico. Si nosotros no somos
signo es inútil hablar de vocaciones. Y si estamos convencidos
de nuestra vocación hay que explicitarlo, hay que hacer
notar ese signo. Toda comunidad que no tiene mística
muere. Hoy nos toca hacer realidad en nuestra fraternidad la
mística agustiniana para poder reflexionar sobre esta
vivencia y después, desde la praxis comprometida en esta
realidad y en esta Iglesia Latinoamericana, releer el carisma
agustiniano y dinamizar así nuestras comunidades, haciendo
eficaz el amor de Dios entre los hombres por medio de nuestra
comunidad.
Además, otra preocupación que sobresalía
era ver los posibles caminos a seguir en el problema vocacional.
La vocación religiosa supone una opción cristiana
previa. Se necesita intensificar la pastoral de conjunto en
las diversas áreas: familiar, parroquial, de educadores
y, de forma especial, la pastoral juvenil, de tal forma que
se vocacionalice toda la pastoral. De aquí vendrán
las vocaciones y lo importante se presenta en ver los caminos
para acompañar en el proceso vocacional. El futuro se
veía esperanzador y se sentía la necesidad de
comunicar y universalizar la esperanza".
Entre los participantes había un pluralismo evidente
dentro de realidades y mentalidades diversas. Por otra parte,
el tiempo era corto, razón por la que los participantes
no creyeron oportuno lanzar conclusiones definitivas, sino recoger
inquietudes y preocupaciones de los asistentes para comunicarles
a los demás hermanos que no estaban presentes. De todo
ello se destaca la preocupación seria por vivir el carisma
agustiniano, la organización de una pastoral vocacional
adecuada, el trabajo común y organizado de todos los
agustinos de la rama masculina y femenina en cada país.
Era el deseo de todos que las experiencias habidas y por haber
en este campo sean dadas a conocer oportunamente por medio del
Boletín de OALA. El tema del noviciado común es
una idea que debe madurar.
El Encuentro terminó el 12 de febrero y se presentaron
a consideración de los hermanos agustinos
de Latinoamérica las siguientes sugerencias:
1. Tenemos fe que los agustinos de América estamos superando
la crisis vocacional, lo cual universali7a nuestra esperanza.
2. Trabajar con todos los medios que tenemos a nuestro alcance,
aunque la cosecha no sea inmediata.
3. Intentamos que nuestros aportes clarifiquen la confusión
de los hermanos respecto a los nuevos métodos vocacionales.
4. Hemos descubierto que, a pesar del gran esfuerzo desplegado,
no se puede agotar toda la problemática vocacional en
un solo encuentro. Lo cual nos insta a buscar los medios adecuados
para continuar profundizándola.
5. En consecuencia, recomendamos que se celebren encuentros
vocacionales entre nuestros hermanos y hermanas religiosos a
nivel local y a niveles más amplios.
6. Pedimos que todas las experiencias vocacionales las intercambiemos
a través del Boletín de OALA, que llegará
necesariamente a todas las casas.
7. Constatamos la necesidad de que nuestras comunidades se
sientan responsables del agudo problema vocacional, colaborando
más con los promotores.
8. Las comunidades, en reunión mensual, o en el capítulo
local, sean informadas por los Promotores, para que tengan oportunidad
de comprometerse en el trabajo vocacional.
9. En el ámbito de todas las actividades agustinianas,
dése prioridad al trabajo vocacional en todos los aspectos,
no reparando inclusive en lo económico.
10. Debemos aprovechar la pastoral familiar y las comunidades
de base como una de las preferenciales para el trabajo vocacional
-
11. Se pide que nuestras Hermanas agustinas siempre que necesiten
un sacerdote para orientar su trabajo vocacional, sean auxiliadas
por los sacerdotes y religiosos agustinos con generosidad.
12. Los Agustinos estamos conscientes de que somos Iglesia.
Por lo tanto, debemos estar inmersos en la pastoral de conjunto.
13. Los grupos de movimientos juveniles siguen siendo, en América,
el área preferencial - de desarrollo vocacional: laical,
sacerdotal y religioso.
14. La actualización del carisma agustiniano en América
Latina, reclama una nueva forma de Vida Religiosa como compromiso
de servicio a los pobres y oprimidos.
15. Sería conveniente que a las próximas reuniones
vocacionales de OALA fueran invitados nuestros hermanos Recoletos.
16. Se pide que para el próximo Encuentro, se traigan
estudiados los lineamientos para un noviciado común,
rogando el apoyo entusiasta de los Superiores.
17.- Hemos descubierto que lo encontrado en esta convivencia
será enriquecedor para todos, si seguimos profundizando,
y lo concretizamos en cada uno de nuestros países.
18. Que el Promotor y la Comunidad religiosa estén integrados
en la pastoral de conjunto, para que su acción eclesial
sea más eficaz.
Nota.-Este supuesto documento tiene, evidentemente, el estilo
de una crónica. De hecho, en la página 10, 2°
párrafo, parece darnos una cita de la "Introducción,
Encuentro Vocacional OALA, Lima, febrero,1977". ¿Existe
un documento Lima-77, diferente de esta "crónica"1.Por
el momento lo desconocemos. F.G.
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