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Editorial

1) Objetivos de la Area de Formación

2) Datos Bibliográficos Fr. Pauliño

3) Los Desafíos de la Vida Agustiniana en América Latina

4) Curso de Espiritualidad-Bogotá

5) Impresiones del Curso de Espiritualidad

6) Gráfico

7) Carta de Miguel Angel Keller

8) Carta de Mons. José Ulloa

9) Mensaje Final, Encuentro de Teología India

10) La Violencia Imprudente

11) Noticias del Consejo General

 

Impresiones Sobre el Curso de
Espiritualidad Agustiniana
Bogota   2004


P.Hipólito Martínez O.S.A.

Convocado por la Curia General y organizado por la OALA, tuvo lugar, de 19 a 30 de enero,el 2° Curso  de Espiritualidad  Agustiniana en la Ciudad de Bogota. Del mismo participaron 34 hermanos, procedentes de 15 circumscripciones, incluidas cuatro Hermanas Misioneras y tres Hermanas Recoletas.

El contenido fue muy válido y oportuno,sobre todo tratándose de reflexiones acerca de la Regla y los problemas que enfrenta hoy la Iglesia en América Latina. Máxime tratados con absoluta competencia por especialistas de primera linea. Pero no  quiero detenernme en ditirambos fáciles que acostumbran a prodigarse a los contenidos de estos Cursos,como si hubiera necesidad de justificarlos. Prefiero reflexionar un  poco sobre la riqueza y validez de sí mismos y más urgentemente al filo de la modernidad. Nadie ignora hoy día que todas las estructuras están atrapadas por la cultura de la globalización. La sobrevivencia y el progreso exigen a todo nivel arquitectar grupos,uniones,federaciones,etc. Agruparse o morir es hoy un principio social incuestionable. Y esto que pareciera un  rebrote de fatalismo profano,mejos habrá que interpretarlo como una señal auspiciosa del Espíritu.

Efectivamente,es el Espíritu quien rompe barreras,sopla vientos de ecumenismo,de diálogo,de integración,de solidaridad. Y por tanto,lo propio debe acontecer y se debe facilitar en las estructuras de la Iglesia y de la Orden. No sólo porque "la unión hace la fuerza",sino porque de la fuerza nace la unión. Sabamos que la OALA nació con ese espíritu utópico y quijotesco;y si es verdad que en algún momento sufrió crisis,legítimo es pensar que fue crisis de crecimiento. Hoy día se la ve más válida y adulta que nunca y sería recalcitrar borregueramente no encontrarle sentido.Y si tiene sentido a nivel de crecimiento corporativo-agustiniano globalizante y continental,ya no se comprendería una crítica ácida,ni siquiera una postura indiferente ante la convocatoria de este tipo de Asambleas,que por sí mismas nos desistalan del capillismo provinciano y nos enriquecen en la siempre inacabada agustiniana fraternidad.

Por el optimismo y la cercanía que reinó entre los participantes del 2° Curso de Espiritualidad Agustiniana en Bogotá,pienso que alcanzó plenamente su objetivo. Como pocas veces,tuve la impresión de que en este evento agustiniano brilló no sólo el libro sino también el corazón de Agustín. Un paso más en la integración agustino-latinoamericana.Y ésto es mucho.