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XVII Asamblea de OALA Bogotá Juntos Haciendo Historia... Juntos Buscando Caminos Palabras del
Secretario-General 1) Misión
crítica que requiere que miremos a las grandes corrientes del mundo
actual para ofrecer un espíritu profético. Ciertamente
por 40 años este ha sido el aporte de la OALA, pero solo en un
primer nivel, es decir hemos organizado encuentros, simposios,
formación permanente, publicado boletines, etc todo para ayudar la
Orden estar más unida. Hemos llevado adelante un programa de
revitalización común en su metodología, temas de retiro, etc. pero
no pretendía llegar a lo más concreto ya que este era la tarea de
cada circunscripción a la luz de sus necesidades particulares. Por dicha naturaleza la OALA no lleva un proyecto concreto de colaboración que el Capítulo General señala como uno de los signos de los tiempos actuales. Esto probablemente requiere que la OALA tenga más las características de una Federación que tiene mayor autoridad que una Unión. La autoridad de la OALA no es jurídica sino está basada en la buena voluntad de los hermanos que quieren lograr algo común. La buena voluntad sirve para unificarnos en el nivel de cursos y reuniones, pero no es suficiente para llevar la responsabilidad de un proyecto común. Entonces la
pregunta viene: ¿La estructura actual de la OALA responde a su
misión crítica de ofrecer una voz profética al mundo actual? No
tengo la respuesta, solo propongo la pregunta. 3) Misión de coordinación: Los estatutos dicen: “uniendo más allá de las limitaciones y circunscripciones jurídicas… en la tarea común de la Iglesia… no para absorber, sino para impulsar, para situar, para significar.” Las palabras especifican la misión a largo plazo ciertamente porque solo hemos tomados los pasos al nivel de ofrecer servicios que ayudan a los hermanos como individuos, que ciertamente no es poca cosa. Hemos ayudado a los formadores a estar mejor preparados, hemos animado a jóvenes a profundizar su compromiso religioso, hemos contribuido a una relectura de San Agustin para el mundo latinoamericano de hoy, hemos unido formandos para que se conozcan y que aprendan de los unos y de los otros, hemos fomentado congresos de educadores que han permitido una multiplicación de ideas y modelos para fortalecer una pedagogía agustiniana en nuestros colegios, hemos fomentado diálogos sobre temas de justicia y paz y hemos contribuido en forma significativo a la elaboración de estas perspectivas en las mismas Constituciones de la Orden para el bien de agustinos en todo el mundo. Hemos animado en este nivel por 40 años y podemos decir, con sus altas y bajas, que hemos logrado mucho. Pero sabemos también que hay mucho que hacer. Lo que hemos logrado nunca es suficiente como nuestro padre San Agustín nos recuerda en su reflexión de caminar siempre y nunca decir basta. Entonces tenemos que preguntarnos sobre cuáles son obstáculos para esta visión de coordinación. Quiero terminar ofreciendo tres como punta de partir. Los primeros dos hemos visto muchas veces en la directiva a lo largo de los años que tengo relacionado con la OALA: a) el papel de los delegados de base. Hemos intentado con cursos para capacitar los delegados de base para que sean el puente de animación entre la OALA y sus hermanos de la circunscripción y para que el delegado sea el comunicador entre su circunscripción y la OALA. No hemos logrado la meta, y eso sigue siendo un obstáculo para superar. El papel del delegado de base es clave para el futuro de la OALA. Es solo por medio de ellos que los miembros de la circunscripción puedan conocer la programación, los logros, y los desafíos de la OALA. Los Superiores Mayores tienen que animarles de cumplir su función y darles el tiempo necesario para cumplir su papel. b) la respuesta de los Superiores Mayores. Todos que han servido en la directiva de la OALA conocen la frustración de tratar de cumplir lo que ha sido programado cuando los Superiores Mayores no responden a las comunicaciones y no animan a sus hermanos en la participación. Me pregunto: ¿debe ser necesario que los miembros de la directiva tienen que rogar, y rogar para que haya una respuesta? Hoy más que nunca la comunicación es facilitada, pero todavía hay este gran obstáculo que causa cuando solo hay silencio como respuesta. No podemos considerar estas invitaciones enviadas y reenviadas como “Spam”o “correo no deseado”. Las dificultades en organizar los encuentros son multiplicadas precisamente a la proporción del nivel del silencio de la respuesta de los Superiores Mayores. Quiero animar a los Superiores de tomar este en cuenta y ser misericordiosos con los miembros de la directiva respondiendo a ellos y animando la participación de su circunscripción. c)
Finalmente me parece que un obstáculo para lograr el ideal de la
misión de coordinación es precisamente lo que mencioné antes, es
decir la naturaleza de la OALA hace difícil mover a otro nivel que
sería promover proyectos concretos comunes porque no tiene más
autoridad que la buena voluntad de cada Superior Mayor. Puede ser
que esto no es considerado un obstáculo porque queremos como Orden
que la OALA solo funciona a este nivel de cursos y congresos. Pero
si creemos que debe promover algo más entonces un diálogo sobre su
naturaleza puede comenzar aquí. |