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17 de septiembre de 2007
Conmemorización de los Difuntos


Lecturas: 1 Timoteo, 2, 1-8; Lucas 7, 1-10

“A tí elevo, Oh Señor, mi oración”

En la celebración de hoy recordamos a Jesús como modelo de vida, mediador entre Dios y los hombres y modelo de muerte; muerte digna; muerte a sí mismo al entregar por amor su vida para todos.

Ya Séneca (4 a.C? -65 d.C.) decía en su obra “Sobre la brevedad de la vida” (De brevitate vitae) que “la vida, si sabes vivirla, es larga”. y continuaba en el comienzo de esa obra, citando tal vez a Virgilo “…es corta la parte de vida que vivimos”…. “todo lo restante es tiempo”(II,2). Tiempo pasado, tiempo presente. Y en este tiempo Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Todos somos convidados hoy –yo en primer lugar al celebrar mi cumpleños- desde la Palabra de Dios a encaminarnos a la ESCUELA DE LA VERDAD donde se practica la pedagogía de la fe. Y en esta pedagogía lo primero que debemos hacer es “pedir la ayuda de Jesucristo para llegar a cumplir nuestra misión”. Ya en un segundo momento Jesucristo va a dejarnos escoger el camino. Frente al testimonio que hemos escuchado hoy en el evangelio deberiamos ser como aquel que se siente necesitado de Dios y con una actitud tranquila y serena, piadosa y digna, como aconseja san Pablo, esperar la intervención de Dios en nuestra vida.

Pablo siendo apóstol, predicador y maestro nos enseña hoy a hacer oración, una oración en paz y llena de misericordia. Nos invita a ser discípulos, por tanto, en la escuela donde el único Maestro es Jesucristo, Aquel que nos enseñó a rezar. El oficial romano es modelo de esta oración que no pide ayuda para si sino para los otros, que confia plenamente y deja actuar a Dios.

Esta es la primera lección de la escuela de la Verdad en la que sólo tiene sentido la pedagogía de la Fe, aquella que habla con Dios EN PAZ, aquella que nos lleva a UNA VIDA TRANQUILA Y SERENA, aquella que nos enseña a actuar con dignidad y compasión.

Seamos hoy, una vez más, discípulos del Maestro que nos quiere llevar al conocimiento de la Verdad por el camino de la Fe.

Amigos todos y hermanos, hagamos de nuestra vida una Buena y Larga Vida… con la gracia de Dios.

Agustín Alcalde,OSA