ENCUENTRO CONTINENTAL DE EDUCADORES AGUSTINOS Ponencia: Ponencia: Ponencia |
Fidel Tubino (Filósofo; Universidad Católica del Perú) La lógica de la globalización del modelo neo-liberal de economía de mercado es la lógica de la concentración del capital. Es por ello que el crecimiento económico que la globalización neo-liberal genera , no puede sino producir concentración de riqueza y por lo tanto pobreza creciente. Crecimiento económico con inequidad social : éste es el resultado al que inevitablemente conduce la lógica de la concentración del capital de la globalización neo-liberal hoy en marcha. El modelo neo-liberal no tiene capacidad de resolver los problemas de injusticia social y cultural que la inequidad genera. Las políticas de focalización y de lucha contra la pobreza son un paliativo que no soluciona nada , pues buscan resolver los problemas de injusticia social y cultural dentro de la lógica del modelo vigente. En nuestros países el modelo neo-liberal se encuentra por ello fuertemente cuestionado desde los movimientos sociales en general, y desde los movimientos indígenas en particular. Es en este contexto que ha surgido en los últimos años el discurso sobre la interculturalidad en América Latina, como un componente de los programas de educación bilingüe en zonas rurales de alta concentración indígena. Estos programas han generado simpatías y antipatías muy fuertes entre sus usuarios indígenas. En la región amazónica la educación bilingüe intercultural ha generado muchas simpatías entre los indígenas. Ellos son los primeros en reclamar al derecho a la diferencia , a una educación que contribuya al fortalecimiento de sus propias identidades. En la región andina la respuesta es más bien ambivalente. Hay amplios sectores de población que ven en la educación bilingüe intercultural una educación discriminadora, una educación que no contribuya a sus usuarios a salir de la pobreza extrema en que se encuentran. Ellos no quieren que les ofrezcan una educación diferente a la que se ofrece en las ciudades, pues secularmente , en la sierra peruana, se ha diferenciado a los indígenas , no para respetarlos, sino para humillarlos y tratarlos como seres inferiores. Hay otros sectores que ven en la educación bilingüe intercultural una nueva estrategia del capitalismo para invisibilizar los problemas de reales de la gente y mantener el estatus quo. A primera vista parecería que se trata de una crítica equivocada y totalmente desenfocada. Pero no es del todo así. Varias veces me he preguntado cuál es la función que está cumpliendo la EBI en el Perú y cuál la que podría cumplir y no está cumpliendo ? O, qué tipo de educación bilingüe intercultural estamos ofreciendo que está generando este tipo de reacciones ? Creo que estamos ofreciendo una EBI que responde a un concepto de la interculturalidad que no cuestiona las reglas de juego y es perfectamente compatible con la lógica del modelo neo-liberal existente. Llamo a este tipo de interculturalidad, " interculturalidad funcional" y trato de diferenciarla de la " interculturalidad crítica ". El presente trabajo trata en un primer momento justamente de explicitar y analizar esta diferencia, para, a partir de ella, en un segundo momento profundizar en el concepto de interculturalidad crítica como proyecto ético-polìtico de acción transformativa y democracia radical. 1.- Interculturalidad y democracia inclusiva .-
. Desde estos discursos sobre la interculturalidad existentes en el Perú actual creemos que es posible y necesario construir un concepto que - recogiendo los principales aportes de cada uno de ellos- nos sirva para identificar los lineamientos claves que hay que seguir para ofrecer una Educación Intercultural abierta a las diferencias y flexible a las circunstancias a nivel de todo el sistema educativo nacional. - El nuevo concepto y enfoque de la interculturalidad que la educación necesita parte de una diferenciación muy clara entre lo que es el interculturalismo funcional y lo que puede y debe ser el interculturalismo crítico. Las diferencias entre el interculturalismo funcional y el interculturalismo crìtico no son nominales, son sustantivas. En Bolivia, al interculturalismo funcional lo denominan interculturalismo neo-liberal. El interculturalismo funcional no es otra cosa sino el multiculturalismo anglosajón de la acción afirmativa y la discriminación positiva. La diferencia con el interculturalismo crítico que el país reclama y necesita es clave. Mientras que en el interculturalismo funcional se busca promover el diálogo y la tolerancia sin tocar las causas de la asimetría social y cultural hoy vigentes, en el interculturalismo crítico se busca suprimirlas por métodos políticos, no violentos. La asimetría social y la discriminación cultural hacen inviable el diálogo intercultural auténtico. " No hay por ello que empezar por el diálogo, sino con la pregunta por las condiciones del diálogo. O, dicho todavía con mayor exactitud, hay que exigir que el diálogo de las culturas sea de entrada diálogo sobre los factores económicos, políticos, militares, etc. que condicionan actualmente el intercambio franco entre las culturas de la humanidad. Esta exigencia es hoy imprescindible para no caer en la ideología de un diálogo descontextualizado que favorecería sólo los intereses creados de la civilización dominante, al no tener en cuenta la asimetría de poder que reina hoy en el mundo " . Para hacer real el diálogo hay que empezar por visibilizar las causas del no-diálogo. Y esto pasa necesariamente por un discurso de crítica social.
Es necesario apostar por una interculturalidad entendida como base del nuevo pacto social que la sociedad peruana reclama y necesita con urgencia para construir una democracia viable sobre fundamentos sólidos y durables en el tiempo. Es necesario recordar que, sin diálogo intercultural, no es posible la auténtica unidad nacional. En ciertos sectores de la sociedad se ve con desconfianza la educación bilingüe intercultural porque se piensa que fracciona la identidad nacional y promueve la fragmentación social y cultural de la nación peruana. Pero es al revés. La EBI no promueve la fragmentación del país ni los enfrentamientos étnicos. Bien entendida, la EBI promueve el diálogo intercultural como forma de ir construyendo el nuevo pacto social que la Nación peruana demanda y cuya ausencia el Informe de la CVR ha puesto en evidencia. Pero la interculturalidad debe ser comprendida como un discurso no exclusivamente vinculado al diálogo entre culturas, sino que debe ser vista como un discurso preocupado por explicitar las condiciones para que ese diálogo se dé. Y esas condiciones son de índole social, económica y educativa, además de cultural.
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