Reflexiones sobre el Capítulo Provincial de Chicago, Junio de 1999

Declaración de Visión del Vicariato:
1993
1999

Declaración sobre el 50 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Declaración sobre la Deuda Externa

 

Reflexión para la Ceremonia: Toma de Posesión
del Nuevo Vicario - 30 julio 1999
Por Roberto Prevost, OSA
Prior Provincal,
Provincia del Buen Consejo de Chicago


Celebramos hoy un gran acontecimiento. En un contexto de oración y mucha alegría, nos reunimos como agustinos en un ambiente que nos ayuda a reflexionar sobre nuestra misma identidad como agustinos. Además, dentro del marco del comienzo del proceso de la declaración de nuestro hermano Padre Juan McKniff como siervo de Dios, queremos reconocer algunos aspectos de nuestra comunión agustina que están presentes esta mañana.

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P. Roberto Prevost preside la liturgia y P. Roberto Terranova hace la profesión de fe

1. En primer lugar, quiero agradecer a Juan Lydon
- 8 años de servicio, durante los años más difíciles del terrorismo
- iniciativas y liderazgo en cuestiones de justicia social
- relación entre OALA y el Vicariato, por su entrega y servicio
- hizo que Chulucunas tuviera un papel especial en la promoción del proceso de renovación de los agustinos en América Latina.
- preocupación por los pobres - administración del fondo San Martín
- Preocupación por la formación de los futuros miembros del Vicariato, visto en el Fondo Juan McKniff, pero sobre todo en su dedicación personal dentro de la comunidad de Trujillo.
- promoción de los peruanos dentro del mismo Vicariato, tomando riesgos y haciendo lo posible para que tengan más responsabilidad dentro del Vicariato.

2. Agradecer y felicitar a Roberto Terranova: su disponibilidad; su apertura a tomar el riesgo de aceptar este nuevo reto, y contribuir al crecimiento del Vicariato, durante los próximos años - Hablaré un poco más del sentido de servicio en unos momentos.

3. Un elemento muy significativo en esta ceremonia: la presencia del Prior Provincial de la Provincia de Villanova: P. Juan Deegan.

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P. Juan Deegan, OSA expresa sus palabras de
agradecimiento y apoya del nuevo Vicario.

Aunque hay una figura jurídica que ayuda a nivel de estructuras en cuanto a la dirección del Vicariato, la verdad es que desde el principio, las Provincias de Chicago y de Villanova han sido co-promotores de este Vicariato. La creación del mismo Vicariato no habría sido posible sino por la participación de los miembros de la Provincia de Villanova en esta tarea. Por eso, es muy significativo reconocer que el papel del Vicario, nuevamente, será asumido por un miembro de la Provincia de Villanova. Así se manifiesta muy claramente la corresponsabilidad en este compromiso entre las dos provincias: Chicago y Villanova. Además, quiero reconocer la presencia de los miembros de la Provincia de Michoacán -- una Provincial que apoyó a nosotros desde la misma fundación de la Prelatura de Chulucanas. Y como sabemos todos, las Provincias de California y México han apoyado también de distintas maneras durante todos estos años.

4. Agradezco a nuestros hermanos y pastores, Juan McNabb y Daniel Turley su presencia con nosotros esta mañana. El primer compromiso que los agustinos de los Ee.Uu. tuvieron en el Perú fue la formación de la Iglesia local en Chulucanas, y después de 35 años creo que todos podamos sentirnos orgullosos de la labor pastoral que se ha realizado por medio de tantos agustinos, y en manera particular, Monseñor Juan. Son muchísimas las bendiciones recibidas por todos nosotros durante estos años, y creo que el Señor seguirá acompañándonos en todo nuestro servicio.

5. Concepto de servicio y liderazgo en la vida religiosa hoy, especialmente como agustinos --

Si la comunidad llama, la respuesta de uno tiene que ser generosa, y creo que Roberto nos va a ofrecer un ejemplo grande en su disponibilidad y servicio al Vicariato.

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Bendición del nuevo Vicario y Consejo

Entre los dones que Roberto seguramente va a traer a este rol de Vicario, sin duda, será su corazón sensible y abierto. El corazón - símbolo tan importante dentro del marco de los valores de la vida agustiniana - el corazón inquieto es parte de la experiencia de todos nosotros. Simboliza para nosotros lo mejor, y a la vez, lo más difícil de la vida humana. El amor, la vida afectiva, la amistad, nuestra capacidad de perdonar y reconciliarnos -- y mucho más -- todo esto está representado dentro del símbolo del corazón agustiniano. Y por supuesto, nuestro amor a Dios vendría en primer lugar... sólo que, como nos indica san Juan, cómo vamos a saber si uno ama a Dios? Según su amor a los hermanos.

Como agustinos, estamos llamados a vivir con un solo corazón. Palabras muy bonitas, pero ¿qué quiere decir esto? No pretendo dar aquí una respuesta completa, pero el documento del último Capítulo Intermedio nos puede ayudar:

En el documento del último Capítulo General Intermedio, "Agustinos en la Iglesia para el mundo de Hoy", hay una parte intitulada "La Comunidad Agustiniana como signo de comunión con el otro. Allí leemos "Esta expropiación del corazón y de la mente exige que vivamos como una comunidad reconciliada consigo misma que es capaz de ofrecer la reconciliación a los otros. La comunidad, a pesar de las diferencias personales, manifiesta el amor al que estamos llamados los cristianos y la superación de toda división como un reflejo del amor de Dios para todos."

- Dos puntos:

1. La palabra "expropiación" (del corazón y de la mente). O sea, es nuestra meta llegar a poner nuestro corazón y nuestra mente al servicio de la comunidad. YA NO SON NUESTROS. (Llama la atención que la traducción en inglés es "unión de corazón y mente"... Es muy diferente, y tal vez el concepto de "expropiación" merece una reflexión más profunda. Unir nuestros corazones es un primer paso... pero aún así, uno puede mantener "posesión" de su propio corazón. Uno sigue determinando el dónde y cómo va a abrir su corazón a los demás.

Aquí, con esta expresión de "expropiación de los corazones", se está expresando otra realidad - algo mucho más radical: mi corazón ya no es mío: lo pongo en unión con los de los demás, y sobre todo con Cristo, y ahora, en comunidad, juntos decidimos dónde vamos a amar, cómo, y en qué manera vamos a servir a los demás.

Muchas veces, hemos visto problemas en nuestros comunidades, y en nuestra vida personal, precisamente porque es tan difícil entregar el corazón rádicalmente a la comunidad, y por medio de la comunidad, a Cristo. Roberto, tienes un reto grande en tu nuevo servicio como Vicario: tienes que ayudar a todos a ser sensibles, y a la vez, a aceptar el desafío de superar las dificultades y reconocer que estamos llamados a vivir en una verdadera comunión de mente y corazón.

2. Toda la actividad de nuestro Vicariato va a depender de una vida interior profunda, y de una auténtica reconciliación entre los miembros.

Será muy importante todo esfuerzo de superar divisiones, (de Provincias, nacionalidades, culturas, etc) -- sólo a través de la continua renovación de nuestras vidas personales y comunitarias, podremos llegar a ofrecer al mundo el testimonio verdaderamente agustiniano:

los valores de la interioridad, la comunidad, la amistad, la comunión de bienes materiales y espirituales, la reconciliación, y la comunicación al mundo del rostro de Jesús - su compasión, la esperanza, y un compromiso firme con la solidaridad, la justicia y la paz.

La comunidad - como agustinos, nuestro modelo de vida tiene mucho que decir al pueblo hoy (a la vez, tenemos mucho que aprender). Quiero subrayar la importancia del diálogo, de reconciliación, de lo que es trabajar en equipo, en comunidad.

Una contribución específica de este vicariato: su compromiso en la causa de los pobres. Justicia social. Participar en la promoción de los derechos humanos.

Vale la pena mencionar el efecto muy positivo que este Vicariato ha tenido en el Capítulo Provincial de Chicago: la presencia de Isaías fue muy positiva, en muchos sentidos: primera vez que un peruano participa. Sus palabras sobre la importancia de la relación y continuo compromiso entre las Provincias de los EE.UU. y el Vicariato fueron escuchadas, y despertaron algunas inquietudes en los participantes del Capítulo. También, la presencia de otros miembros del Vicariato en el Capítulo (Juan Lydon, Carlos Bodden) fue una luz muy esperanzadora para todo el grupo. 

Hay muchas otras cosas que se pueden decir: sobre la direccion para el futuro de la vida religiosa:

- Documento La Iglesia en las Américas
- disponibilidad ante las necesidades de los pobres.
- sobre la necesidad de cultivar una vida interior siempre más profunda -- donde todos busquen con ese corazón inquieto una comunión íntima con el Señor; y tantas otras dimensiones de nuestra vida.

Pero en el fondo, en pocas palabras, podemos decir, que a todos, Jesús nos ha dado el ejemplo: la humildad y la actitud de disponibilidad en servicio. Si todos fuéramos realmente capaces de lavar los pies, y besar los pies, unos a otros, encontraríamos una verdadera comunidad de hermanos, donde la comunión de corazones llega a reflejar siempre mejor la presencia del Reino de Dios entre nosotros.

R. Prevost, O.S.A.
Morropón, 30 de julio de 1999.

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