Fotos
de la Profesión Solemne |
PROFESIÓN SOLEMNE DE FRAY
ISOE DOMINGUEZ RAMIREZ
Llegó el día esperado, toda la comunidad de Trujillo: formandos y formadores;
partimos el 18 de abril al norte del Perú para celebrar los votos solemnes de
nuestro hermano agustino Fray Isoé Domínguez Ramírez.
Y el día 19 de abril Fray Isoé recibe los votos solemnes en medio de grande
acogida en señal de su consagración. Es una vocación para la orden de San
Agustín que en su misión por el norte del Perú (Chulucanas) ya cuenta con
hombres que entregan su vida por el reino.
La
ceremonia inició a las 10 de la mañana; y tuvo una duración de dos horas estuvo
presidida por monseñor Daniel Turley (O.S.A), concelebrada por nuestro vicario
el padre Juan Lydon quien admitió la profesión solemne de fray Isoé y al mismo
tiempo fue su padrino; también estuvo acompañado por toda la familia agustiniana:
sacerdotes, profesos y prenovicios de Trujillo, la comunidad Morropón, de
Chulucanas, de Pacasmayo, de Lima y del vicariato de Apurimac. Así también cabe
resaltar la presencia de la tercera orden de san agustín, las hermanas seculares
que viajaron de Trujillo, Chulucanas y Morropón, juntos con los familiares y
amigos de Fray Isoé.
Durante
la misa el Monseñor Daniel dio palabras de animación recordando los 40 años que
él conoció a los papás de Isoé, ya que ellos han sido colaboradores en la
parroquia de Santo Domingo todos estos años. El Monseñor sirvió en la parroquia
allá por varios años poco después de su llegada al Perú. En la homilía el P.
Juan usaba tres cosas para hablar del
compromiso de los tres votos. La alforja,
símbolo de la vida de los campesinos de la sierra invitaba de vaciarse su vida
para llenarse de Cristo, la Biblia invitaba de seguir el ejemplo de Samuel y
decir “Habla Señor, tu siervo escucha”, y un CD con una canción favorita de Isoé
(Cholo Soy y No me Compadezca) era una invitación de amar a los más humildes en
imitación de Cristo casto. Después de la homilía, Isoé pronunció sus votos y
luego todos los agustinos se le acercaron para darle un abrazo de fraternidad.
Después
de la comunión y firmando el libro, Isoé expresó sus gratitud a Dios y a todos
sus hermanos, y luego su papá tomó la palabra para igualmente expresar su
gratitud a Dios. La misa terminó con la afiliación de los papás de Isoé a la
Orden como es costumbre en la profesión solemne.
Al final de la celebración todos los presentes se acercaro y lo saludaron muy
cordialmente y lo abrazaron en señal de su amistad y por haber hecho la
profesión solemne. Después de la celebración vino el almuerzo de fraternidad, y
a partir de las 8 de la noche todos celebrarion con una cena y fiesta ofrecida
por su familia donde nuestro hermano dió unas palabras de bienvenida y al mismo
tiempo nos animó para que oremos por su vocación.
Este
acontecimiento fue de vital importancia ya que demuestra la fe que aún existe,
la perseverancia, la humildad, el esfuerzo y la fatiga de un hombre que a pesar
de todo tuvo el coraje de consagrar su vida, para el anuncio del evangelio;
todos los presentes pudimos notar esta actitud de entrega para el servicio a la
comunidad. Que esto sirva de ejemplo para muchos jóvenes que queriendo
entregarse no se animan y para aquellos que están en el camino aspirando a la
vida religiosa.
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